Xavi, el adiós de la esencia del Barça

No siempre hubo unanimidad de opiniones respecto a Xavi Hernández. Durante años se le acusó de esconderse, de aportar poco al equipo, de no decidir y de ser, como diría aquel, una ‘gran mentira‘. Ocurre que el tiempo es ese elemento tan cruel como justo que acaba por poner las cosas en su sitio. El centrocampista egarense abandonará el Barça con un mínimo de 23 títulos en sus vitrinas, que podrían ser dos más si el equipo gana las dos finales que aún debe disputar, pero sobre todo con la muesca en la culata de haber sido el eje de un inolvidable modo de jugar al fútbol.

Gustará más o menos su forma de jugar, el modo en que durante años ha dirigido al Barça con un ritmo aparentemente lento pero con una endiablada velocidad a la hora de utilizar su principal virtud futbolística: la inteligencia. Xavi es, como él mismo ha afirmado, parte de la esencia del juego del equipo en los últimos años. Un juego loado hasta el infinito en época de triunfos, pero también criticado con saña cuando llegaron las vacas flacas. Nada de eso ha afectado a un 6 que, consciente de dominar como nadie el idioma con el que hablan todas las categorías del club, ha decidido dar un paso al costado y afrontar un retiro dorado en el que preparar su futuro y donde, no podía ser de otro modo, no le faltará su mejor aliado: el balón.

Xavi Hernández dirá el sábado adiós al Camp Nou como muchos merecieron y anhelaron pero pocos disfrutaron. En un club que no acostumbra a ser amigo de las despedidas por esa mezcla entre el pudor que provoca mostrar los sentimientos y una indudable falta de mano izquierda, el tercer capitán del mejor Barça de la historia tendrá el homenaje que no tuvieron –por distintas razones– Carles Puyol y Víctor Valdés, sus precedesores a la hora de lucir el brazalete.

A media tarde, Xavi alzará el trofeo de Liga al cielo barcelonés y el templo azulgrana, con justicia, podrá rendirle, aunque sea a última hora, el tributo que merece alguien que se ha convertido, por derecho propio, en una leyenda.

XAVI