Sin perdón del TAS

El TAS ha ratificado la sanción al Barça y el club no podrá fichar durante 2015. Es un duro golpe para la directiva de Josep Maria Bartomeu, que no para de recibir malas noticias, y también lo es para quienes pensaban que los males del club podían arreglarse con unas elecciones anticipadas este próximo verano.

¿Unas elecciones sin poder anunciar fichajes? ¡Qué sinsentido! O no, igual es el momento adecuado de confrontar modelos, ideas y proyectos antes que poner nombres encima de la mesa.

Se le acumulan los asuntos a la directiva en los juzgados. Lo que empezó con una judicialización de la vida del club ha acabado por volverles como un bumerán. La decisión es desproporcionada, pero la evidencia es que durante un tiempo las cosas no se hicieron bien en ‘La Masía’, y que en lugar de admitirlo desde el primer momento, el club volvió a utilizar el recurrido argumento de ‘la mano negra’ (o la blanca) para sacar el pecho y una pancarta con la leyenda: “La Masía no se toca”.

Por mucho que después el club haya intentado rehacer la negociación, los puentes con la FIFA ya estaban destruidos y ahora la única solución es recurrir a la cantera o repescar a los cedidos. Sin fichajes, llegará el momento de los jóvenes. Ahí tienen que estar Samper, Adama o Halilovic, todos ellos ahora en el filial, o de Gerard Deulofeu y de Denis Suárez, ambos cedidos al Sevilla.

Por mucho que el Barça anuncie la posibilidad de seguir con los recursos, su insistencia no le aportará ninguna solución. Además puede estar satisfecho porque le permitió realizar fichajes durante el verano pasado al admitir un recurso cautelar presentado.

El club ha regularizado ya todos los casos, pero no es suficiente. El reto es máximo. Bartomeu, que con las últimas decisiones, como la destitución de Antoni Rossich y el ascenso de Albert Soler, está confeccionado una directiva a su medida, intentará apurar todas sus opciones antes de admitir que él también es parte del problema, no la solución.

Por eso, antes de convocar elecciones, no sería descartable que todos los cañones apunten ahora hacia Andoni Zubizarreta. Total, como Rossich, Zubi tampoco es un hombre suyo.