Media hora no basta

Barça y Valencia quisieron rendir un homenaje a Luis Aragonés que no se quedó en el minuto de silencio. Uno, el equipo local, saltó al césped con la intención de mantener el estilo de siempre, aquel que llevó al Zapatones a cambiar la furia por la clase; el otro, el once che, apostó claramente por el modo de jugar que tan célebre hizo a Luis al frente del Atlético de Madrid: el contraataque.

El problema es que la voluntad no sirve de mucho si se juega atenazado y con nervios como hizo el Valencia, seguramente por la necesidad de puntos del equipo de Pizzi. Dos minutos tardaron los valencianos en tocar el balón y seis en encajar el primer gol, justo el tiempo que tardó Cesc –muy atento en el inicio en la presión– en robar la pelota, cederla a Messi y que éste centrara para que Alexis Sánchez, en racha goleadora, conectara un espectacular remate en vaselina sobre Diego Alves.

A partir de ahí, el Valencia intentó estirarse y a dejar algunos espacios atrás, caldo de cultivo idóneo para la velocidad de Pedro y Alexis y para la siempre intimidatoria presencia de Messi. En sólo tres minutos, del 20 al 23, el Barça pudo haber resuelto el partido si los tres atacantes no se hubieran topado una y otra vez con un muro llamado Diego Alves.

De golpe, a la media hora, el partido entró en una fase anodina, en un sopor del que la parroquia local sólo se sobresaltó por una mala salida de Valdés tras el lanzamiento de un córner. Y cuando parecía que el público podría seguir dormitando hasta el descanso, un balón perdido por Jordi Alba que no pudo recuperar Busquets dio pie a una rápida contra valencianista y al gol de Dani Parejo.

El segundo tiempo se inició con una tímida aparición del sol, que quiso abrirse paso ante la lluvia que, una vez más, disuadió de acudir al Camp Nou a parte del público. Sobre el césped, Piatti se encargaba de dar más luz al marcador dejando en evidencia a un Dani Alves cada vez peor y batiendo por alto –sí, por alto– a Valdés. Quedaban cuarenta minutos y el equipo de Pizzi le había dado la vuelta a la tortilla.

Desde ese momento, el Barça, consciente de la necesidad de remontar el partido, atacó con más velocidad que orden, con más genio que pausa. El empate llegó cuando Pérez Montero vio mano en un rechazo de Costa con el hombro. Messi, que había decidido instantes antes salir de la jaula en la que los valencianistas le habían encerrado, lo transformó por la escuadra. El partido estaba definitivamente roto, y más iba a estarlo tras el 2-3 marcado por Alcácer sólo cinco minutos después.

Con el resultado a favor, el Valencia se sintió muy cómodo, tanto en las contras –favorecidas por la precipitación culé– como en la presión sobre la salida del balón desde la defensa azulgrana. La entrada de Iniesta en el campo no mejoró el panorama, como tampoco favoreció a los suyos la expulsión de Alba por doble tarjeta amarilla. Los jugadores de Martino estaban desquiciados, llegaban tarde a los rechazos –cuando iban a por ellos– y parecían ver muy remota la posibilidad de un empate.

Y claro, sin fe, eso que dicen que mueve montañas, es tan imposible mover un balón como un marcador. Esa falta de fe es, precisamente, lo más inquietante, justo en el momento en que un Barça hasta ahora eficaz debe afrontar ya la fase determinante de la temporada. De momento, en manos de Atlético y Real Madrid está que los catalanes puedan dejarse en el camino el récord de jornadas consecutivas manteniendo el liderato.

FICHA TÉCNICA

Camp Nou. 66.969 espectadores.
Árbitro: Pedro Jesús Pérez Montero (Comité Andaluz). Amonestó a Parejo (45′), Jordi Alba (51′ y 77′), Mascherano (78′), Diego Alves (90′)

FC BARCELONA: Valdés, Alves, Piqué, Mascherano, Jordi Alba, Sergio Busquets, Xavi (Iniesta, 64′), Cesc (Tello, 76′), Alexis, Pedro, Messi.

VALENCIA CF: Diego Alves, Barragán, Costa, Mathieu, Bernat, Oriol Romeu, Javi Fuego, Feghouli, Parejo (Michel, 90′), Piatti (Fede, 86′), Alcácer (Vargas, 72′)

Goles: 1-0 (Alexis, 7′); 1-1 (Parejo, 44′); 1-2 (Piatti, 47′); 2-2 (Messi, 53′); 2-3 (Alcácer, 58′).

Foto: fcbarcelona.com