Luis Enrique tiene un plan

Y hasta discurso. Tiene las ideas claras, dice las cosas por su nombre y las que no puede decir, las deja entrever. Vuelve el Barça a tener entrenador, con Luis Enrique regresa al camino de los entrenadores protagonistas, a un técnico con ideas propias, que sabe qué es el Barça antes de llegar y conoce el plano de las alcantarillas, donde están los extintores y las teclas que tocar cuando se ponga delante del teléfono rojo.

Es Luis Enrique un tipo tan exigente, con tanto carácter, que se hace difícil relacionarlo con la actual directiva. Es el ying y el yang, el alfa y el omega, por eso habrá que estar atentos a los próximos movimientos, lo que le han prometido y lo que finalmente se hará, porque queda claro que Luis Enrique no tiene nada que ver con su antecesor en el cargo.

En su presentación como técnico azulgrana, Luis Enrique ha dejado claro que una de sus prioridades es recuperar la mejor versión de Leo Messi; ve a Javier Mascherano como un capitán de futuro y a Xavi Hernández le ha prometido una reunión para saber «por donde van los tiros».

No suelta prenda sobre la lista de altas y bajas. Más allá de que su exigencia la trasladará a sus jugadores, que necesita una plantilla reforzada en todas las líneas y que no está previsto desprenderse de «los jugadores importantes».

Ha alabado a Pep Guardiola y le ha hecho un guiño a Louis van Gaal. Abre las puertas a los canteranos, a los que les va a exigir mucho porque «tienen que tener muchísima hambre«, y no siente vértigo ante el enorme reto que se le presenta.

Su equipo, su Barça, va a jugar al ataque y llega dispuesto a «disfrutar muchísimo» en el cargo, tanto como espera que sus jugadores lo hagan en cada entrenamiento.

A Luis Enrique se le ilumina la mirada ante cada pregunta, arruga la nariz ante algunas y es directo en la respuesta. Reconoce a algunos periodistas en el auditorio y ha convencido en sus primeros minutos en la rueda de prensa.

Él forma parte de ese talento que entre 1997 y 2000 perteneció al equipo técnico y a la plantilla del Barça y que hoy dirige a los clubes más poderosos de Europa. Allí estaban Pep Guardiola, ahora en el Bayern; Jose Mourinho, que entrena al Chelsea; o el entrenador Louis van Gaal, que dirigirá el próximo año al Manchester United. También estará él, que empieza a hacerse un camino y al que solo le ha faltado anunciar hoy a los aficionados:, aquel: «Abróchense los cinturones«. Todo llegará.