¿La final de Copa del Rey? Pues al Camp Nou, claro. Después de tantas opiniones vertidas, de tanta voluntad por ir al Bernabéu, de decir que tenía que ser en un campo neutral y de tantas ganas de escuchar las excusas de Florentino Pérez, el partido se disputará en el terreno azulgrana.
Insistió una y mil veces Josep Maria Bartomeu en que quería ir a jugar (él no, claro, los jugadores) al estadio del Real Madrid. Lo dijo una y otra vez e hicieron lo propio algunos de sus directivos. Pero como aquel pasaje que explicaba en uno de sus discos el gran Pepe Da Rosa, bastó una ligera reacción de Pérez para que las cabezas de los directivos culés, altas hasta entonces, se inclinaran para mirar al unísono las puntas de sus propios zapatos.
¡Cuán gritan estos malditos! Pero mal rayo me parta si en acabando esta carta no van a callar sus gritos.
El 30 de mayo, Athletic y Barça se verán las caras en el Camp Nou. Habrá himno, pitada, partido, terracitas de verano en primavera y, naturalmente, bastantes más aficionados vascos que catalanes. Cuentan que en la final de copa del año 2011, aquella en la que el Madrid de Mourinho derrotó al Barça de Guardiola, en las gradas de Mestalla había 15.000 madridistas, 15.000 barcelonistas y 20.000 seguidores del Athletic.
Es un chiste, sí. Y no es nuevo. Pero seguramente dentro de dos meses podamos vivirlo en primera persona. Ah, y si van a comprar lotería y Bartomeu les dice que acabe en 5, ya saben…