El grupo de la muerte reúne nada menos que un total de siete trofeos mundiales, repartidos en las tres selecciones de Uruguay (1930, 1950), Inglaterra (1966) y la tetracampeona Italia (1934, 1938, 1982, 2006). El débil combinado de Costa Rica es el convidado de piedra a este grupo con la letra D… de Decepción: la que se llevará un excampeón.
Uruguay
Pese a las dificultades de su clasificación —quintos en su grupo y jugándose una repesca con Jordania—, la bicampeona Uruguay y tercera en la cita sudafricana de 2010 vuelve a estar en una fase final. Las expectativas de la afición celeste son altas y razones no les faltan. Su máxima estrella, el delantero del Liverpool Luis Suárez, acaba de lograr la Bota de Oro europea. Si se dedica a jugar con los pies y no con los puños, será una de las sensaciones del campeonato.
Mas Tabárez no sólo cuenta con Suárez. Los Cavani, Stuani, Gastón Rodríguez o Lodeiro, protegidos desde la retaguardia por el atlético Godín y el guardameta del Galatasaray Muslera, quieren volver a demostrar que cuanto peor parece que lo están pasando, más fuerzas tienen para resurgir de sus cenizas. Ese carácter que no siempre demuestran algunos de sus rivales es lo que les hizo triunfar en la Copa de América de 2011. Y quién sabe si en este grupo envenenado. De momento, ostentan con orgullo el hito de ser los únicos que han ganado un Mundial en la casa de la Pentacampeona. A buen seguro que el público brasileño se lo recordará a cada minuto con pitos.
Su mayor problema puede ser el último partido. En caso de tener que esperar a la última jornada, Italia es la última selección con la que cualquiera querría jugárselo todo a las matemáticas.
Costa Rica
Histórica clasificación de la selección tica, venciendo en todos los partidos como local, incluidos los encuentros ante México y Estados Unidos, los gigantes de la CONCACAF. No se conocía una alegría futbolística mayor en Costa Rica desde el Mundial de Italia en 1990, cuando alcanzaron los octavos de final venciendo a Escocia y Suecia.
El capitán y jugador del Fulham Bryan Ruiz es el mayor referente de los centroamericanos. El extremo Joel Campbell, pese a no haber debutado aún con el Arsenal desde que fichó en 2011, puede tener su papel importante en el estilo de contraataque que impone el seleccionador Jorge Luis Pinto.
Su principal objetivo es más bien modesto: superar el papelón de Alemania 2006, cuando perdieron sus tres partidos concediendo nueve goles en el proceso. No parecen estar en el mejor grupo para conseguirlo.
Inglaterra
A pesar de no perder ni un partido y de marcar más goles que España y Francia juntas en la fase de clasificación, Inglaterra llegó a Brasil 2014 con cierta dosis de angustia y dificultad. Ucrania no se lo puso fácil y hasta la última jornada pudo caer a la repesca.
Siempre parece que Inglaterra va a estar… y luego, no. Campeones en casa en 1966 merced a más de un arbitraje polémico y al gol fantasma más famoso de todos los tiempos, la pérfida Albión ha sido incapaz de plasmar su talento en sus vitrinas en más ocasiones. Más de uno piensa que si los Gerrard, Lampard, Terry y compañía no han logrado nada grande con la selección cuando estaban en plenitud de fuerzas, menos lo van a conseguir ahora que parece que solo Wayne Rooney ha cogido el testigo como estrella de los pros. Y es que, a años luz en calidad y talento con respecto a sus compañeros, el 10 del United es la mayor esperanza de que los «Three Lions» contradigan a unas casas de apuestas que no parecen tenerlos mucho en cuenta.
El objetivo de los de Roy Hodgson en Brasil es alcanzar por segunda vez en su historia las semifinales del Mundial. Comenzar contra Italia y luego frente a Uruguay pondrá a prueba las posibilidades reales de los inventores del fútbol.
Italia
Clasificada tranquilamente seis puntos por encima de Dinamarca en su grupo previo, Italia no entiende de probabilidades, de casas de apuestas o de crisis. No importa el lugar, no importa el momento, no importan las circunstancias: si la azurra está en el torneo, existe una posibilidad muy grande de que lo gane. Ya lo hicieron en 2006 cuando medio equipo estaba envuelto en el escándalo del amaño de partidos que acabó con el descenso de la Juve o las sanciones al Milan. O en 1994, cuando se plantaron en la final pasando como primeros de un grupo donde todos tenían 4 puntos, reventándole por el camino la nariz a Luis Enrique y perdiendo la final ante Romario, Bebeto y Mauro Silva… ¡en los penaltis!
Cesare Prandelli ha tratado en los últimos tiempos de despojar a Italia del estereotipo del catenaccio y adoptar un estilo atacante. La lesión de Rossi fue un contratiempo, pero con Mario Ballotelli, Cassano y el jugador de moda Ciro Immobile los goles están garantizados. La base compuesta por los Motta, Aquilani, De Rossi o Pirlo garantizan que, aunque todo el mundo cometa el mismo error de siempre de no contar con ellos, darán más de un dolor de cabeza en este grupo infernal.
El objetivo de Italia no es otro que lograr que Brasil no sea la única pentacampeona del mundo… y probablemente lo logrará mientras el resto estemos distraidos mirando a otro lado.