Siempre se ha dicho que la Champions League se decide por detalles. Ocurre que en los últimos años estos detalles no han sido necesarios casi hasta las semifinales, puesto que de un tiempo a esta parte o bien los grandes equipos de Europa cada vez son menos o bien el nivel del resto de conjuntos ha bajado.
Sea como fuere, la semifinal FC Barcelona-Bayern de este año viene indudablemente marcada por un detalle mayor, la plaga de lesiones de los alemanes, especialmente importante la de Robben. También está en el recuerdo el último enfrentamiento hasta la fecha entre ambos conjuntos, el de semifinales 2012-2013 que se saldó con dos goleadas del equipo entonces dirigido por Heynckes (4-0 en Alemania y 0-3 en el Camp Nou) y que estuvo marcado por la por la enfermedad de Tito Vilanova y la lesión de Messi.
Aquel Bayern de Munich, a la postre campeón, pasó por encima física y moralmente del Barça con un juego espectacularmente efectivo y la sensación de que poco podían hacer los azulgrana, teniendo como tuvieron un ambiente enrarecido por las malas noticias en el banquillo y el mal estado físico de Messi, que arrastraba una lesión desde la eliminatoria de cuartos contra el PSG y que ni siquiera jugó la vuelta contra los bávaros. Un puntal como Busquets también se perdió la vuelta por una lesión en el pubis que venía acusando hacía tiempo (Song ejerció en su lugar). Abidal tampoco actuó por lesión en la vuelta, ni Puyol ni Mascherano (que se perdieron la eliminatoria entera).
Al envite del próximo miércoles llega el Bayern de Guardiola con sensaciones parecidas a las de aquel Barcelona de la temporada 2012-2013. A la baja segura de Robben, que se pierde lo que resta de temporada por una rotura muscular, hay que sumarle las de David Alaba, que se rompió el ligamento interno de la rodilla izquierda el 31 de marzo en un amistoso de su selección y se le pronosticaron dos meses; Badstuber, que el 21 de abril sufrió un desgarro muscular en el cuádriceps izquierdo en el partido de vuelta de cuartos de final contra el Oporto y estará entre tres y cuatro meses fuera; o la del portero suplente Tom Starke, que cayó lesionado de los ligamentos del codo derecho en un entrenamiento el 5 de abril. Veremos cómo está Lewandowski, que se fracturó la mandíbula superior y el tabique nasal en la semifinal de la copa alemana y que parece que jugará.
Por su parte, la presencia de Ribéry y Javi Martínez aún son inciertas. El francés se torció el tobillo contra el Shakhtar Donetsk en la Champions League el 11 de marzo aunque todo parece indicar que podría llegar al partido, mientras que el ex del Athletic, reaparecido hace poco tras ocho meses lesionado (rotura del ligamento cruzado de la rodilla el 13 de agosto de 2014 en la final de la Supercopa de Alemania), no tiene el ritmo suficiente como para afrontar con garantías un encuentro de tal magnitud. Para redondearlo, la guinda ha sido la reciente dimisión del médico del equipo (ocupaba el cargo desde 1977) por las tensiones que mantenía con el entrenador.
Muchos e importantes detalles que no hacen presagiar la mejor de las suertes para el Bayern en esta eliminatoria de semifinales. Parece que la fortuna le ha dado la espalda a los alemanes, que acaban de perder la semifinal de la Copa ante el Dortmund en una tanda de penaltis en la que Lahm y Xabi Alonso resbalaron a la hora de ejecutar los dos primeros lanzamientos. Les ha mirado un tuerto. Veremos si ya han completado el cupo de desgracias por esta campaña porque, pese a las bajas, siguen teniendo nombres como Thiago, Götze, Rode, Müller, Bernat, Lahm, Alonso o los recién recuperados Schweinsteiger y Benatia.
Por cierto, la penúltima vez que se vieron las caras estos dos grandes de Europa (cuartos de final 2008-2009), sin lesiones de por medio, la eliminatoria cayó del lado azulgrana: 4-0 en el Camp Nou con dos tantos de Messi, Eto’o y Henry, todos en una primera mitad brillante del equipo que acabaría ganando su cuarta Champions y el triplete, y 1-1 en Alemania para los jugadores dirigidos por Guardiola ante los pupilos de Jürgen Klinsmann, que sólo dispararon una vez entre los tres palos en la ida.