Adriano, condena cumplida

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Desde que firmó por el Barça en el verano de 2010, las lesiones musculares han sido un calvario para Adriano Correia. El lateral ha sufrido hasta once lesiones desde entonces, al margen de pequeños e incontables contratiempos musculares. Ayer, ante el Celta, tuvo que retirarse por precaución, pero no parece que esta vez la lesión sea seria. Su último problema físico importante data de marzo de 2013, cuando se rompió el bíceps femoral.

Desde la llegada de ‘Tata’ Martino, Adriano es uno de los fijos en el equipo y, si no llega a lesionarse ayer en Balaídos, se hubiera convertido en el jugador de campo con más minutos, puesto que ha acumulado 783 en nueve encuentros, 50 minutos menos que Gerard Piqué.

Ha aprovechado Adriano la oportunidad que le ha ofrecido el técnico, forzado, en gran parte, por la lesión de Jordi Alba. Con continuidad, el brasileño se ha convertido en un jugador importante, algo que no pudo conseguir en sus primeras temporadas en el equipo catalán, en el que el rosario de lesiones no tenía fin.

En 2010, Adriano estuvo tres semanas fuera de los terrenos de juego por una rotura de fibras; en 2011 acumuló cinco lesiones y 2 meses y medio de baja; en 2012 estuvo tres meses y medio fuera a causa de cuatro lesiones y en marzo de 2013 una rotura en el bíceps femoral le apartó durante un mes y medio de la práctica deportiva.

En total, desde que firmó por el Barça, Adriano ha estado ocho meses y una semana sin poder jugar, una condena para un futbolista explosivo como él y que cimenta buena parte de su fútbol en la potencia muscular.

Se había revisado el protocolo alimentario de Adriano sin encontrar respuestas, aunque el pasado verano, en una visita médica en Brasil se detectó el origen de todo.

Un electromiograma señaló un problema en un nervio que le impedía tener la sensibilidad precisa en la pierna. Ahora ya todo parece subsanado.

En el protocolo general para la prevención de lesiones musculares, se utiliza tecnología de última generación, como la omega wave, cuyo diagnóstico determina el cansancio muscular y, por consiguiente, las rotaciones a realizar con los jugadores en zona de riesgo. También es fundamental que los preparadores físicos, los fisioterapeutas y los readaptadores establezcan una serie de protocolos para prevenir este tipo de problemas físicos, mediante ejercicios complementarios y excéntricos.

En todo caso, cuando un deportista ha tenido una lesión muscular, en mayor o menor medida, existe la posibilidad de volverse a lesionar y, con probabilidad, en la misma zona, como ha ocurrido en el caso de Adriano. Es lo que se denomina recidiva del músculo. En ese caso nunca se recuperan las fibras musculares originales al ciento por ciento, sino un sucedáneo de las mismas, con una resistencia diferente, normalmente inferior y ahí radica el problema.

Gracias a @avilaxavi por la orientación en el texto.