Le falta temporada al FC Barcelona. Los de Luis Enrique están en uno de esos momentos en que podrían jugar tres partidos por semana. Anoche, en un encuentro mayúsculo, contra un rival de renombre y ante el entrenador que le llevó a tocar el cielo futbolístico, el Barça volvió a mostrar jerarquía en Europa. Y de paso, dio por cerrada una herida que dos años atrás el mismo Bayern se había encargado de airear ante todo el mundo futbolístico a estas mismas alturas de la temporada.
Anda el Barcelona pletórico físicamente, con todos sus jugadores importantes en la mejor versión desde hace meses. Y el partido de anoche bien lo atestigua. Tanto hablar de posesión salió un encuentro roto desde el inicio, de locos, de área a área, como si se estuvieran jugando continuamente los últimos cinco minutos. En esas circunstancias emergía Rakitic, que sostuvo al equipo recuperando abajo y llegando arriba, a la vez que se encogía Busquets, maniatado por la maraña de centrocampistas del Bayern.
Ambos entrenadores plantearon un partido exigente tanto en lo mental como en lo físico, con presión muy arriba y en todas las zonas del campo, pero con muchos espacios entre líneas. Un caramelo para este Barça de Luis Enrique.
Tras unos primeros minutos de muchas imprecisiones fue el Barça el que mejor atacó la portería rival. Suárez falló la más clara del primer tiempo al no resolver un mano a mano contra Neuer cuando se habían jugado solo 10 minutos. Instantes después Neymar no encontró manera de rematar un pase de la muerte del propio Sárez.
Llegaban poco pero de manera clara los azulgrana, que aún así estuvieron a punto de encajar el primero de la noche cuando Lewandowski no logró embocar un pase de gol en área pequeña. Fue la única ocasión alemana en unos primeros 45 minutos de mucha intensidad en los que el Barça no atinó y el Bayern se arropaba acumulando gente en el centro del campo, zona donde Guardiola buscó la superioridad a sabiendas de que eso iba a acabar de despojar su maltrecha defensa, mermada por la enfermería, que se ha tragado a hombres vitales como Ribéry y Robben -el desequilibrio del equipo en el área contraria- o Alaba -el puntal defensivo en área propia-.
A la vuelta de vestuarios Pep Guardiola había rearmado a los suyos y en el primer cuarto de hora los alemanes controlaron el encuentro desde la posesión (el Barça acabaría perdiendo en este apartado del juego 48% a 52%), aunque no les sirviera para crear ninguna oportunidad clara.
Pero a falta de veinte minutos parecieron flaquearle las fuerzas al Bayern de Múnich. Lo aprovechó en el minuto 31 el mejor de todos, Messi, que después de una recuperación de Alves sorprendió a Neuer con un disparo lejano que entró pegadito al poste izquierdo. El gol desarboló a un Bayern que falto de contundencia en las áreas no pudo contener a un Barça incontestable en esas mimas zonas del campo. Sin tiempo para pensar Messi les hizo el segundo después de sentar a Boateng y picar la pelota con la diestra superando de nuevo a un excelente Neuer. No tuvieron tiempo los bávaros ni para respirar.
Así, con los alemanes desdibujados -no tiraron entre los tres palos en todo el partido- y el centro del campo del Barça rejuvenecido en el esfuerzo –Xavi y Rafinha sustituyeron a Rakitic e Iniesta-, el ‘10’ cerró la noche y el pase de los suyos a la final de la Champions en el partido de ida, como ya hiciera en el único precedente positivo para los culés en eliminatorias contra el conjunto bávaro: los cuartos de final de la 2008-2009 en que los azulgrana golearon 4-0 (Messi, en dos ocasiones, Eto’o y Henry) en el primer envite del doble enfrentamiento.
Neymar fue el encargado de poner el 3-0 en el marcador al recoger una pelota filtrada por Leo desde el centro del campo que lo dejó sólo para encarar a portería. Esta vez no falló el brasileño y el Barça logró una incontestable victoria que le deja con pie y medio en Berlín.
Ficha técnica
FC Barcelona: Ter Stegen; Alves, Mascherano (Bartra ’88), Piqué; Sergio Busquets, Iniesta (Rafinha ’86), Rakitic (Xavi ’81); Messi, Luis Suárez y Neymar.
Bayern: Neuer; Rafinha, Boateng, Benatia, Bernat; Lahm, Thiago, Xabi Alonso, Scheweinsteiger; Müller (Göetze ’78), Lewandowski.
Goles: 1-0 Messi (’76), 2-0 Messi ( ’80), 3-0 Neymar (’93)
Árbitro: Nicola Rizzoli. Amonestó a Xavi Alonso (’31), Alves (’46), Benatia (’51), Piqué (’54), Bernat (’55), Neymar (’68).