TORPÓN. Con el juego con los pies ha creado peligro para su equipo en toda la eliminatoria. Con las manos sacó lo que pudo y más, evitando el 2-0 en diversas ocasiones.
DESBORDADO. Pareció que el partido le venía grande. Esta vez no fue el defensa que cogió la responsabilidad de sacar la pelota jugada desde atrás. Esa tarea se la ‘dejó’ a Mascherano, y no es lo mismo.
LENTO. Adrian le ganó en carrera siempre que lo retó. Para ser central en el Barça, con laterales ofensivos, se necesita al menos velocidad. Ya no hablo de colocación, que tampoco está demostrando últimamente.
PASOTA. Y no es ni mucho menos la primera vez que lo está este curso. Simplemente no defiende. Sólo le interesa intentar lucirse en ataque, sin conseguirlo tampoco. Su banda es una autopista por la que entra cualquiera.
DESPISTADO. Empezó el partido con lagunas defensivas como su homólogo en la otra banda. Mejoró con los minutos. En ataque aportó y dio apoyos a sus compañeros como siempre.
MARISCAL. Hace su trabajo y muchas veces el de Xavi. Pieza fundamental.
LENTO AL CUADRADO. Para superar el entramado defensivo del Atlético hacía falta una velocidad de movimiento de balón que Xavi no supo dar. En la segunda parte mejoró y aportó algo más.
DESAFORTUNADO. Lo intentó pero no fue su noche más acertada. Aún así, de los pocos que creó peligro y se fue de su par.
INOCUO. Esta vez le tocó jugar de falso nueve, pero su rendimiento fue el mismo que el de los últimos partidos.
ORGULLOSO. De los pocos junto a Iniesta que puso orgullo y creó peligro. Como el resto de temporada, le falla la definición, pero no se esconde.
DESAPERCIBIDO. Para que entrara en juego, Martino lo situó partiendo de la banda. Pero ni así. El Cholo sabe como pararlo, ya sea en banda o por el centro.
TAMBIÉN JUGARON
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